Satya, el principio de honestidad de palabra y pensamiento
El mundo a veces nos hace creer que la verdad y la honestidad son difíciles de definir, que mentir en ocasiones es divertido y justifica el llamado engaño “inocente”. El contraste entre el bien y el mal se mitiga y las consecuencias de la deshonestidad se minimizan. Sin embargo, para recibir constantemente el Espíritu de la Verdad, el hombre debe llenar su vida de verdad y honestidad. Cuando se es completamente honesto, los ojos espirituales se abren a una luz mayor. Conoce Satya: el principio de honestidad de palabra y pensamiento.
Qué es Satya
Satya, es una palabra sánscrita que significa “verdad y honestidad”. Se traduce como el hábito de decir la verdad y tiene varias connotaciones: verdadero, real, auténtico, seguro, sincero, fiel, leal, veraz y también: exactitud, promesa, juramento, mantener la palabra dada.
La palabra “sat” se traduce literalmente como “verdadera esencia” o “verdadera naturaleza”. El sánscrito es un lenguaje vibratorio y, por lo tanto, cada palabra es mucho más que una etiqueta: contiene literalmente la esencia misma de la palabra. Debido a esto, “sat” también contiene los significados; “inmutable”, “aquello que no tiene distorsión, “lo que está más allá de las distinciones de tiempo, espacio y persona y realidad”.
Muchas palabras sánscritas usan el prefijo “sat” como “satsang” que significa “verdadera compañía” y “sattva” que significa “puro”, lo que nos lleva a entender que “sat” realmente significa más que “verdad”, es algo puro que no ha cambiado.
Código moral del Yoga Sutra
En el Yoga Sutra, Patanjali presenta a los estudiantes de yoga el concepto de satya “verdad”, como una enseñanza similar con una inclinación ligeramente diferente. Por lo tanto, Satya es uno de los cinco yamas que los practicantes de yoga deben incorporar a sus vidas.
En este código moral, Satya es la práctica de la verdad en palabras, pensamientos y obras. No sólo significa no mentir, sino también, alinear lo que se dice con las acciones.
Qué representa el Satya en la vida de un yogui
Ser un yogui es toda una forma de vida. Algunos tipos de yoga moderno eliminan por completo el aspecto espiritual de esta práctica para que sea una práctica deportiva. Pero este no es el caso de Ashtanga Yoga, el “yoga de los ocho pasos”.
Los yamas, como parte fundamental de los ocho pasos del yoga, conforma las reglas de la vida de un yogui en relación con los demás, y es aquí justamente donde se encuentra Satya: la honestidad.
La filosofía de Satya en la vida de un yogui, es que si pronuncias palabras basadas en la verdad, si la mente conecta sus pensamientos basados en la verdad y si toda la vida se basa en la verdad, entonces está listo para la búsqueda espiritual.
Un yogui puede practicar satya siendo fiel a sí mismo, sin asumir una personalidad que no sea auténtica. Un profesor de yoga debe ofrecer a sus alumnos una representación honesta de sí mismo para atraer a sus estudiantes. Debe enseñarles a practicar satya honrando sus cuerpos y ayudándolos a reconocer cuándo una asana o una clase está más allá de su nivel.
El Satya en la esterilla de yoga
Una sesión de yoga es el lugar y el momento donde un yogui se mira a sí mismo, sus hábitos y su propio estado mental. Practicar asana con satya en mente puede ser muy similar a aplicar el primer yama, ahimsa, a la práctica física. Es muy frecuente ignorar o pasar por alto una lesión o limitación sólo para entrar en cierta postura de yoga, incluso si sólo se trata de permanecer en una pose desafiante o hacer unas respiraciones más de las que el cuerpo realmente necesita. Es este tipo de deshonestidad consigo mismo que puede causar dolor físico.
La práctica de yoga está para servir al cuerpo y mente, no para dañar las articulaciones y ligamentos, por lo que cada vez que un yogui se sube a su esteriila de yoga, es importante poner en práctica una total honestidad con lo que realmente necesita en ese preciso momento.
Este yama permite al yogui, descubrir la forma más pura y ventajosa de practicar y saber conducirse en todos los niveles de dificultad, empleando siempre la verdad y siendo honesto consigo mismo.
Una forma muy simple que tiene el yogui de observar la verdad en una práctica de yoga, es prestando más atención a la respiración. Este es un factor muy importante en la práctica de cualquier asana, y es el que le indica al yogui cuándo retroceder o detenerse.
Si la respiración es tensa o superficial, es probable que el cuerpo no esté satisfecho con lo que se le pide que haga, por lo tanto, aunque el ego se pueda sentir un poco herido, la honestidad requiere escuchar la respiración en cada momento y trabajar en conjunto.
La práctica de yoga crece a medida que un yogui crece; por lo tanto, llegar al límite de forma segura en una práctica de asana, es ser honestos consigo mismo en todo momento.
El significado de la honestidad
Ser honesto significa elegir no mentir, robar o engañar de cualquier manera. Cuando la persona es totalmente honesta, construye fortaleza de carácter que le permite ser de gran servicio para Dios y para los demás. Una vez que se practica la honestidad, en todas las facetas de la vida, la persona es bendecida con paz mental y respeto por los demás.
El significado de la mentira
La mayoría de las mentiras son actos reflejos e instintivos que se utilizan para la autoprotección, generalmente de un ataque físico, moral, material o psicológico, vergüenza, pérdida de autoestima. En una frase: para proteger la relación establecida con los demás.
La persona miente por temor a ser privado de amor en el sentido amplio del otro. Algunos psicólogos concuerdan en que se trata de un “acto de defensa”. De hecho, aquéllos que tienden a decir todo lo que creen, por encima de todo, porque se sienten muy seguros de sí mismos, tienen tanta confianza en sí mismos que no los detiene el miedo a perder el amor.
Las razones porque las personas mientes son innumerables. La gente miente para lucir mejor, robar el crédito, encubrir un rendimiento pobre, ocultar errores, desviar la culpa, proteger su reputación y engañar y manipular a las personas. Independientemente del motivo, los resultados finales son los mismos.
La verdad y el ego
Ser honesto con uno mismo es difícil, pero ser completamente honesto con aquéllos que amamos puede ser igualmente desafiante.
La honestidad es la base de cualquier relación fuerte, ya sea romántica, platónica o dentro de una familia, pero dejar que el ego se interponga en los sentimientos del corazón, puede ser un impedimento para formar relaciones significativas con los demás. Ser sincero es algo que todo el mundo aprecia, y cuando los demás saben que son honestos con ellos, se construye una relación de confianza en la que todos saben que pueden mirarse con honestidad.
Sin embargo, hay un equilibrio; actuar con compasión por los demás también es importante. Los Yoga sutras sugieren que si ser honesto en un momento determinado, causa daño a otro, entonces es mejor no decir o hacer nada en absoluto. La filosofía india es contextual, lo que significa que se puede cambiar de puntos de vista y de moral según cada situación, lo que puede también resultar muy confuso. Por lo tanto, si la situación lo justifica, es mejor veces ser amable que estar en lo cierto.
La verdad en la comunicación y la acción
Si mentir fuera la norma, los cónyuges no podrían confiar el uno en el otro; los líderes no serían creíbles; y las noticias no tendrían sentido. Por lo tanto, toda relación de personas, a través de la comunicación y la acción, dependen de la honestidad.
Las personas no podrían construir relaciones si hay desconfianza en lo que dicen los amigos; no podría haber un seguimiento a los líderes si no hay credibilidad en lo que ellos hacen; y no se podría tomar buenas decisiones si existen dudas de la veracidad de la información que recibimos.
En ausencia de la verdad, en lugar de tomar medidas, nos pasaríamos el tiempo mirando por encima de los hombros de otras personas, dudando de su intención y desentrañando los hechos de las falsedades. El resultado es que la confianza se rompe, las reputaciones se dañan y las sospechas dominarían el ambiente.
Conclusión
El único propósito del nacimiento humano es alcanzar un nivel espiritual, cada uno nace con la semilla de la Divinidad en el interior. El objetivo de esta vida es nutrir ese potencial para que crezca y evolucione. Satya, es una parte esencial para alcanzar el autodesarrollo y nutrir ese camino basado en la honestidad de la palabra y el pensamiento y que conduciendote hacia la realización espiritual.
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Hari Om Tat Sat